miércoles, 20 de noviembre de 2013

Mirinda





Recuerdo perfectamente el sabor de la Mirinda. Eran los años en los que apenas se vendía la Fanta y Kas y Schweppes no se habían adentrado en el negocio de los refrescos con gas. En cualquier bar, pedir una naranja o pedir un limón, significaba pedir una Mirinda, un refresco con intenso sabor a naranja y un fuerte golpazo de gas sobre el paladar.

Aquellas Mirindas fueron siendo sustituidas, poco a poco, por el creciente empuje de la Fanta, la bebida refrescante con gas que Coca-Cola sacó al mercado. De este modo, el "dame una naranja" pasó a ser el "dame una fanta de naranja". Con ello, la Mirinda fue pasando al olvido hasta desaparecer no solo de las cámaras de los bares sino de sus propios carteles luminosos.