jueves, 11 de diciembre de 2014

El misterio de la cripta embrujada





Otro de los libros que nos mandaron leer en el colegio fue "El misterio de la cripta embrujada" de Eduardo Mendoza. Solamente leer el título ya llamaba la atención. La historia, trufada de varios personajes, cuenta la investigación de un inspector de policía sobre la desaparición de un niño. Para ello contará con la ayuda de un ex convicto y la hermana de este. Una aventura por la Barcelona de mitad del siglo XX que nos enganchó a todos gracias a sus giros y sus intrahistorias. Una buena primera novela para iniciarse en el hábito de la lectura.

martes, 2 de diciembre de 2014

François Mitterrand





Al contrario de lo que sucedía en España, con la aparición del prometedor Felipe González al frente del gobierno, los liderazgos de las grandes potencias europeas caían en manos de tipos rudos y entradoe en edad. Viejos elefantes que conocían la jungla y jugaban a la economía mientras nosotros ansiabamos despertar de un sueño eterno.

Todos hablan de aquel tipo como un hombre cálido y un estadista sensacional. Viéndole como adulto, entiendo la importancia que tuvieron sus medidas en la progresista Francia de los ochenta. Pero como niño, mirando hacia detrás, el tipo me tenía pinta de vampiro. Esbozo una sonrisa y recuerdo aquellos juegos de habitación en los que el malo de la película se llamaba siempre François Mitterrand. Cosas de críos. Benditas cosas de críos.

lunes, 17 de noviembre de 2014

Dentro del laberinto





Muchos de quienes se enamoraron de Jennifer Connelly después de haberla visto en "Réquiem por un sueño" o en "Una mente maravillosa", desconocían que muchos de nosotros ya nos habíamos enamorado de ella cuando era una jovencita sin apenas voluptuosidad.

Aquella jovencita de cara angelical nos ganó el corazón en aquella aventura casi imposible dentro del laberinto ideado por Jim Henson. Sarah, una niña tímida y audaz, debía adentrarse en un laberinto lleno de duendes para rescatar a su hermano. Con los años, además de una frikada, se ha convertido en una película de culto. Nosotros, aunque hace tiempo que no hemos vuelto a verla, recordamos aquellos fotogramas con mucha nostalgia. Y recordamos, como no, al incombustible David Bowie gobernando en el laberinto con su mirada estridente y su maliciosa sonrisa.

jueves, 16 de octubre de 2014

Momo


Cuando nuestra profesora de quinto de EGB nos incitó a adquirir aquel primer tomo de la colección que Alfaguara lanzó a los kioskos, pocos nos imaginábamos hasta que punto aquella niña de aspecto pálido y sin temor a nada, nos iba a atrapar durante sus cientos de páginas de aventura contra los malvados hombres grises.

A nosotros, meros espectadores de la cotidianidad, el autor, un tal Michael Ende, nos sonaba por haber escrito un libro que había servido de guión a una de las películas del momento; "La historia interminable". Pocos podíamos creer que aquel alemán cuyo apellido se idenficaba con el final de la películas, había sido el autor, además, de "Momo", aquella inquietante novela que había lanzado Alfaguara en su colección de kiosko.

Momo cuenta la historia de una niña contra el final de la humanidad. En una época en la que el tiempo vale más que el dinero, los hombres grises aparecen en el mundo para crear un banco de tiempo en el que obligan a los ciudadanos a darles parte de su tiempo para que ellos lo gestionen y lo puedan disfrutar al final de sus días. Lo que los pobres infelices no saben es que los hombres de gris viven de ese tiempo que se fuman cada noche, muriendo las personas una tras otra sin haber disfrutado del descanso prometido.

Frente a ellos, Momo se niega a claudicar y es, en el momento que comienza a causarles problemas, cuando los malvados hombres grises se lanzan a su captura. Esa persecución que, por momentos, parece casi infartante, nos tuvo a todos con el corazón en vilo durante los pocos días que la historia nos duró entre las manos. Pocos imaginábamos que aquel Michael Ende nos iba a marcar para siempre con otra historia que no era tan interminable.

jueves, 9 de octubre de 2014

Monta-man



Vivíamos en una época en la que se compraban juguetes en los Quioscos. Uno se acercaba a su quiosquero particular, le pedía una bolsa de Monta-man y se preparaba para sentirse el niño más especial del barrio. Íbamos guardando los duros que nos sobraban de la paga de los domingos y, cuando juntábamos, veinte, sabíamos que íbamos a tener juguete nuevo. Y no era un juguete cualquiera.

Los Monta Man venían en un envoltorio de plástico y venía todo desmontado, en una sola pieza donde todos los componentes iban soldados a una pieza cuadrada por un trozo de plástico. Había que ir arrancando las piezas e irlas montando, poco a poco. Una vez hecho, te quedaba un muñeco con brazos y piernas móviles. Algo innovador, ya que los clicks de Playmobil, por ejemplo, no podían mover sus piernas.

Generalmente eran militaes que incluían casco y accesorios de guerra. Y las batallas que formábamos con ellos en nuestras habitaciones eran épicas. Siempre buscábamos algún malo; generalmente algún muñeco de goma o algún Geyper Man, e inventábamos una aventura en el que el Monta-man terminaba siendo el gran héroe.

lunes, 6 de octubre de 2014

Antonio Díaz Miguel




Pocos equipos nos han emocionado tanto como la selección española que logró la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles. En una época en las que las medallas se contaban con los dedos de una mano y casi siempre sobraban dedos, una medalla de plata era todo un hito.

Aquel tipo bajito, con gafas y con pinta de abuelo moderno, ya llevaba allí veinte años cuando nosotros lo descubrimos. Hubo una madrugada en la que jugamos como nunca y sí, por una vez, ganamos. Fue aquel partido en Los Ángeles contra Yugoslavia, un país que a los más pequeños nos sonaba por Delibasic, aquel tipo desgarbado al que nosotros recordábamos por anotar puntos como loco vistiendo la camiseta del Real Madrid antes de que Drazen Petrovic apareciese para bajarles todos los humos.

Aquel equipo, dirigido por el abuelete de las gafas, nos hizo perder el sueño en un agosto de 1984. La medalla de plata conseguida fue de tal calibre que tuvieron que pasar muchos años para que otra gran generación, la comandada por Gasol, Navarro y compañía, hiciese sombra histórica a aquel equipo de leyenda dirigido por Antonio Díaz Miguel.

jueves, 18 de septiembre de 2014

Pepe soplillo





El Kiosko era un programa infantil de variedades en el que nos intentaban enseñar que el mundo podía ser mucho más divertido. Entre canción y canción, nos enseñeban a hacer dibujos, nos mostraban un divertido experimento científico o nos representaban algún teatrillo peculiar.

Pero si hubo un personaje por el que el programa pasó a la historia, fue el de Pepe Soplillo. Con la voz del inconfundible Pepe Carabias, Soplillo era un muppet animado que nos contaba sus hazañas, opiniones y desventuras. Tan evidentes fueron sus características orejas grandes que al orejón de cada clase se le empezó a decir, inmediatamente, que tenía orejas de soplillo.

Los elefantes de la fortuna





Toda casa de los ochenta estaba llena de horteradas. Entre las mismas destacaban los regalitos de boda o comunión; pequeñas figuras, bandejitas y platitos inundaban nuestros muebles afeando el paisaje. Toda madre ha suspirado por una figurita de Lladró y cuando la han conseguido la han cuidado más que a un hijo. Hasta le quitaban el polvo de una manera diferente. Pero el rey de las horteradas era el elefante de la fortuna. En mi casa había tres y estaban colocados en la balda más alta del mueble haciendo escala de mayor a menor. Importante que tuviesen la trompa hacia arriba, pues aquello indicaba que iban a traer toda la suerte del mundo. Afortunadamente, tanto mis hermanos como yo hemos tenido una infancia feliz, por lo que puedo decir que sí, que los elefantes nos aportaron fortuna.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Fray Perico y su borrico

A los niños nos gustaba jugar, idear, correr, dar patadas y pelearnos. Pero necesitábamos un aliciente para que nos gustase también leer. Y entonces apareció al colección de libros de "Barco de Vapor". Estaba la edición de libros azules para niños de menor edad y la edición de libros naranjas para los niños más crecidos. Entre estos últimos se encontraba "Fray Perico y su borrico". El libro contaba las andanzas de un fraile torpe que viajaba con un burro más torpe aún. Cuando lo leímos en clase por vez primera, recuerdo morir de la risa. Teníamos un compañero que compartía nombre y apellidos con el autor y nos hacíamos la broma de que el libro lo había escrito él. Creo que alguno, incluso, lo creyó. Por eso, aún cuando le veo, sigo acordándome del libro y no puedo evitar esbozar una sonrisa.

lunes, 8 de septiembre de 2014

El gordo Barkley

Los que nos habíamos aficionado al baloncesto gracias a la medalla de plata conquista por España en Los Ángeles, la aparición de un programa a altas horas de la noche de los viernes nos pareció una nueva conquista hacia nuestros sueños. De repente, los que viviamos en la ignorancia de lo cercano, descubrimos que existía otro baloncesto más allá del Atlántico y que aquello era todo un espectáculo.

Ramón Trecet nos introdujo en aquel mundo gracias a su programa "Cerca de las estrellas". Él no enseñó el Alley Hoop, el Ding Dong, el catapúm. Y él nos guió hacia los jugadores con sus motes más originales. Uno de ellos fue el de El Gordo Barkley. Los que nos habíamos acostumbrados a héroes de fibra y hierro quedamos sorprendidos al comprobar que había un tipo al que llamaban gordo y encima jugaba bien. Más bien, jugaba fenomenal. Barkley era una fuerza de la naturaleza que luchaba contra los elementos y los estereotipos. No era fácil destacar en la Edad de Oro del baloncesto mundial, y él lo hizo.

martes, 29 de julio de 2014

Bad



Cuando Michael Jackson abandonó a sus hermanos y se lanzó en solitario no fueron muchos los que auguraron un éxito tan descomunal. De repente se convirtió en icono y le bautizaron como rey del pop. Su album "thriller" le situó en la cima de la música y nos hizo a todos bailar como zombies poseidos. Fue un bombazo sin precedentes.

Para igualar lo anterior, Jackson se vería obligado a sacar un disco descomunal. Mucho se especuló sobre el mismo y muchos auguraron que, tras tocar el cielo, no sería capaz de llegar más arriba. Entonces llegó "Bad" y el subidón de adrenalina fue tal que fuimos muchos los que nos sumamos a sus bailes eléctricos, sus ritmos pop y sus agudos incansables. Bad, The way you make me feel, Dirty Diana o Smooth Criminal son hoy auténticos himnos de la música pop.

lunes, 28 de abril de 2014

Encanna







Si existió un momento clave en la historia de Martes y 13, este fue el de la Nochevieja de 1985. Hasta entonces había sido, primero un trío y un dúo, después, con su correspondiente cuota de gracia. Lo suyo eran las imitaciones y las parodias llevadas al absurdo. Entre ellos, Josema ponía el toque de humor más racional y Millán era todo esperpento. Un par de genios que vinieron a ganarse al mundo el día que, según ellos, improvisaron uno de los diálogos más descollantes de la historia de nuestra televisión.

martes, 7 de enero de 2014

Blandiblub




La sensación de tenerlo todo inventado hubo de hacer comerse mucho los cascos a los productores de juguetes. En una época en la que los niños nos divertíamos en la calle si hacía buen tiempo y en casa si el día era desapacible, había que reinventarse para conseguir que los niños nos mantuviésemos ocupados durante el tiempo que durase nuestro encierro en la habitación.

El invento se trataba de una pasta viscosa que parecía más un moco que otra cosa. Verlo daba grima pero tocarlo, al final, se convertía en divertido. La masa se escurría por los dedos y los brazos en nuestro inento por conseguir una forma aunque fuese amorfa. Aquello no era posible pues no se trataba de nada moldeable. Así pues, no dejaba de ser una pasta sin estabilidad y de la que nos terminábamos cansando cuando ya habíamos manchado todos los muebles de la habitación con la consiguiente mirada de enfado de nuestras madres.