miércoles, 18 de marzo de 2015

Hugo


En los años noventa los programas infantiles estaban de capa caída. Ya no existían los dibujos de sobremesa en los fines de semana y Miliki tenía que hacerse un hueco en la última hora de la tarde. Quizá fue por ello que, cuando telecinco nos ofreció un programa semi juvenil, con un duende llamado Hugo como protagonista, la mayoría de adolescentes de la época lo recibimos con algarabía, pues aquel personaje terminaba, por unas horas, con la tiranía que habían impuesto los culebrones venezolanos en las cadenas de televisión.

Hugo era un tipo entrañable que corría siempre la misma aventura. Debía recorrer un mundo, esquivar unas trampas y llegar al final con el fin de cumplir una misión. La novedad es que se trataba de un programa interactivo y los encargados de conseguir que Hugo tuviese éxito en su misión eran los niños que, desde sus colegios, se enfrentaban, mando en mano, a niños de otros colegios del país con el fin de ganar una partida de videojuego.

Toda una novedad que aplaudimos en su día y aún recordamos como un programa pionero cuyo éxito, eso sí, fue muy efímero.

Pero mientras duró, fuimos muchos los que entonamos aquello de "Hugo es la estrella". A lo que él contestaba "Sí, sí. Soy la estrella".

martes, 17 de marzo de 2015

La caída del muro de Berlín



La mañana del nueve de noviembre de 1989 el mundo se despertó con una de las noticias más importantes del siglo. Y no hablábamos de un siglo cualquiera, hablábamos de un siglo donde se habían perpretado dos guerras mundiales y una gran crísis financiera. Amén de la Guerra Fría y su paralela carrera espacial. Pero muchas de las heridas generadas en estos conflictos cicatrizaron el día que el ejército de Alemania Oriental pudo por fin derribar el muro que le aislaba del mundo.

Muchos niños no éramos capaces de entender porque en Berlín existía un muro que partía la ciudad en dos subciudades completamente distintas. Con el tiempo aprendimos historia y entendimos que todo era un conflicto de intereses con una cruenta guerra de por medio. Lo cierto es que Alemania, de nuevo, volvió a regenerarse y a pesar de haber perdido dos guerras y haberse visto oprimida por los dos grandes poderes del mundo, recuperó todo el poder fáctico y económico de antaño. Existen países que no están preparados para perder.

martes, 10 de marzo de 2015

Javier, mete el micro ahí



El Estudiantes de los noventa era un equipazo. No llegaba a la altura de los tres grandes (Real Madrid, Barcelona y Joventud) porque ellos eran aún más un equipazo. Lo cierto es que el nivel de la ACB era altísimo y por ello resultaba muy atractivo visionar cualquiera de los partidos que ofrecía el segundo canal de televisión española cada domingo por la mañana.

Si estudiantes era un equipo estupendo, poco menos se podía decir del TDK Manresa. Aquel equipo ganaría la Copa del Rey esa misma temporada y terminaría ganando la liga ACB la temporada siguiente. Su jugador más emblemático, el incombustible Chichi Creus, anotó un triple a falta de tres segundos en el Palacio de los Deportes de Madrid y puso el choque ante Estudiantes con dos puntos arriba a favor de su equipo.

 Estudiantes solicitó el correspondiente tiempo muerto, aunque no quedaba mucho tiempo para planificar una jugada que no necesitara de un milagro, pero este, aunque pareciese inconcebible, ocurrió. El balón le llegó a Carlos Jiménez que, desde el centro del campo y con el tiempo aparentemente cumplido, anotó una canasta limpia. Seguidamente se desató la locura, los jugadores de Estudiantes acudieron a abrazar a su capitán y el banquillo del TDK se encaró de manera furibunda con la mesa de técnicos.

Ante el alboroto generado y al no habiéndose enterado de nada el telespectador de lo que se estaba comentando en el agolpamiento generado en torno a la mesa técnica, Ramón Trecet, mítico comentarista deportivo de la televisión pública, comenzó a espetar a su compañero a pie de pista que se entrometiese en el lío e hiciese llegar al espectador todo lo que se estaban diciendo.

Y se volvió, literalmente, loco.

- ¡Javier! ¡Mete el micro ahí!

Y Javier, como todos pudimos comprobar, no supo ni donde meterse.

jueves, 26 de febrero de 2015

Harlem Globetrotters


La NBA llegó a nuestros hogares mediados los años ochenta y gracias a el programa "Cerca de las estrellas" presentado por Ramón Trecet. Gracias a él, los niños pudimos crecer disfrutando cada mes de junio con los duelos entre Magic Johnson y Larry Bird, asistimos al nacimiento de Michael Jordan como estrella mundial y disfrutamos de jugadores legendarios como Charles Barkley, Patrick Ewing o Hakem Olajuwon.

Aprovechando la ola de éxito y fascinación que los jugadores de la NBA habían producido a los chicos de nuestra generación, los ayuntamientos y clubes deportivos comenzaron a contratar a los Harlem Globetrotters con el fin de que dieran exhibiciones por distintos puntos de España. Como aquel equipo de malabaristas representaban una refrescante novedad, a menudo, sus shows era televisados en directo y aquel grupo de hombres eran capaces de dejarnos pegados al televisor con la boca abierta.

Los Globetrotters era ya un equipo antiguo, pero nuestro país vivió demasiado tiempo receloso del baloncesto. Aquí, durante muchos años existieron el Real Madrid, el abismo y después el Joventud de Badalona y un poquito el Estudiantes. El resto no era nada hasta que el Barcelona decidió que era hora de tomárselo en serio y presentó un equipo que hoy sigue siendo una leyenda.

Pero volvamos a los Globetrotters. España vivía el boom del baloncesto alimentado por la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles y el descubrimiento de las estrellas americanas, y en mitad de aquella fascinación por el deporte llegaron a España unos tipos que manejaban la pelota como malabaristas que daban saltos, tiraba de espaldas, se pasaban el balón por debajo de las piernas y daban pases de espalda. A los niños de entonces nos gustaron más que nadie e incluso fantaseábamos sobre su posible papel en la NBA cuando lo más posible es que hubiesen sido machacados por cada uno de los equipos de la liga. Aún así, y desde que les vimos por vez primera, no hubo un niño que, por entonces, no tuviese un balón tricolor de baloncesto en el armario de su habitación.

Udo Lattek


Udo Lattek fue uno de los mejores entrenadores de la historia del fútbol alemán. De su mano nació el primer gran Bayern Munich y, cuando abandonó el club bávaro después de conquistar su primera copa de Europa, se hizo cargo del Borussia Moenchedgladbach, al que convirtió en uno de los mejores equipos del continente.

Pero nosotros conocimos a Udo Lattek cuando se convirtió en el excéntrico entrenador del Fútbol Club Barcelona de Schuster y Maradona. Durante aquel tiempo nos pareció un viejo loco con ganas de llamar la atención. No se vio por aquí al genio de los banquillos que encumbró los mejores equipos de la historia de alemania. Maradona terminó hartándose de su disciplina y Schuster jamás encontró el lugar adecuado desde el que brillar. Para más inri, el equipo sufrió el secuestro de Quini y se desmoronó cuando iba primero en la tabla. Eran años en los que el Barcelona parecía sufrir la peor de las maldiciones y así lo creían sus propios seguidores.

Con todo, Lattek logró ampliar su palmarés con una Copa y una Recopa, pero nunca consiguió ahondar en los corazones culés. Eran tiempos convulsos, los de la especulación centralista constante y la fatalidad arraigada en el sistema nervioso. Todo aquello lo cambió Cruyff, pero esa fue otra historia.

miércoles, 25 de febrero de 2015

Margaret Thatcher




Cuando somos pequeños, todos necesitamos poner un villano en nuestras vidas para amenizar nuestros juegos imaginativos. Para aquellas ensoñaciones donde aparecían brujas, magos y superhéroes, ver en la tele a esa mujer mayor que tenía a medio país en huelga era la transcripción perfecta a todas nuestras imaginaciones.

Margaret Tatcher era una villana perfecta. Acostumbrados como estábamos a ver por la televisión a la super abuela británica que daba nombre a la serie, la primera ministra del Reino Unido, significaba una antítesis absoluta. La apodaron "la dama de hierro" y a nosotros aquel "Iron Maiden" nos sonaba a rock duro y a decisiones drásticas. Tan drásticas que no tardó en dividir europa entre neoliberales y progresistas.

Se puede decir que ha habido un antes y un después de la entrada de Margareth Tatcher en la élite política europea. Junto al republicano Ronald Reagan estableció una línea de actuación que fue considerada como un auténtico eje del mal para la clase trabajadora. Privatizaciones, presión social, recortes... y todo con el fin de despreseurizar el estado del bienestar. Toda una dama de hierro.

martes, 24 de febrero de 2015

El botones Sacarino



Siempre fui muy fan de los comics de Francisco Ibáñez. Mortadelo y Filemón aderezó mi infancia y agudizó mi sentido del humor. El día que descubrí a El Botones Sacarino, encontró una tira de humor fresco, casi absurdo pero muy muy ingenioso. En sus tebeos, nos contaba la historia de un botones histriónico y despistado que terminaba por colmar los nervios de sus superiores. Una gran iniciación en el humor para niños con muchas ganas de reír.

lunes, 16 de febrero de 2015

Norte y Sur

A mediados de los ochenta llegó a las pantallas una serie norteamericana que nos hizo sentarnos con pasión ante la tele cada noche del jueves. Se trataba de la historia de dos hombres, uno procedente del norte de los Estados Unidos y el otro del sur que, coinciden en la academia de soldados de West Point y terminan siendo amigos inseparables. Dicha amistad se pone totalmente a prueba en el momento en el que el Norte y el Sur entran en guerra por la solicitud de secesión de los estados del Sur.

Las aventuras de aquellos dos amigos, a menudo peleando en extremos opuestos del país, sus vicisitudes personales y el regreso al sus lugares de origen, construyeron una trama que, por apasionante, convirtió la serie en una de nuestras preferidas de siempre. Aún hoy, no podemos evitar emocionarnos al escuchar las notas de la música de cabecera.

De aquella serie salió el que sería, durante los siguientes años, el ídolo adolescente y carne de carpeta para todas las chicas del país. Patrick Swayze, que interpretaría a Orry Maine y que, de allí, pasaría a ser protagonista de las dos más mediáticas películas románticas de la década de los ochenta, Pretty Woman, aparte, Dirty Dancing y Ghost.



jueves, 5 de febrero de 2015

Cómo llenar un vaso de agua


El humor se ha transformado demasiado desde aquellos primeros años de nuestra infancia. Hoy, casi todo se reduce a brillantes monólogos y sarcásticas historias de la vida común. Por aquel entonces, lo más normal era ver a hombres contando chistes o algún dúo versionando algún éxito. Entre aquella pléyade de cómicos se colaron dos veteranos actores que vinieron a hacer lo que se conocería como "humor inteligente". Aquello no era más que intentar dar una vuelta de tuerca al absurdo y conseguir que cuanta más absurda fuese la puesta en escena más hilarante fuese el espectáculo.

Entre los gags ofrecidos por los veteranos Tip y Coll, destacó aquel que nos hacían ver como debía ejecutarse, de manera correcta, una acción tan aparentemente sencilla como la de llenar un vaso de agua. Mientras uno de ellos, Coll, sujetaba una jarra con agua y un vaso vacío, iba dando indicaciones de cómo no debía llevarse a cabo el procedimiento y cómo sí debía hacerse. Al mismo tiempo, Tip, lo iba traduciendo todo a un supuesto idioma francés.

Y eso era todo. Con algo tan simple, esta pareja de cómicos hizo reir a todo un país durante años puesto que, cada vez que aparecían en público volvía a repetir el sketch sin que ello supusiese un detrimento en su calificación.

jueves, 22 de enero de 2015

El cetro de Ottokar




Me convertí en un fan incondicional de las aventuras de Tintín el día que abrireron la primera biblioteca pública en mi barrio. Los niños de entonces, sin los entretimientos caseros de hoy en día, buscábamos nuestros sueños en aventuras escritas con letras de pasión. Tintín era un joven reportero que, acompañado de su perro, indagaba en los misterios que iban ocurriendo a lo largo del planeta. Y en aquella época éramos muchos los niños que queríamos ser como Tintín.

En la aventura detallada en "El cetro de Ottokar", Tintín viaja a Syldavia al enterarse de la noticia de que el cetro del rey será robado con el fin de que el país se anexione a Borduria. Con una trama magníficamente relatada, Hergé juega con la historia y pone nombres encriptados a Hitler, Alemania y Polonia. Como siempre, nuestro amigo Tintín, gracias a sus pesquisas, consigue desentramar el plan y, con ello, la paz para Syldavia.

viernes, 16 de enero de 2015

La fuente




Todos hemos bebido alguna vez de la fuente del parque. A pesar de las advertencias de nuestras madres, reprochando a menudo nuestro abocicamiento sobre el caño metálico. "¡No chupéis!", nos gritaban. "¡Ahí beben los perros directamente del grifo!", nos decían. Pero a nosotros aquellas historias de animales sedientos nos traían sin cuidado. Después de un partido de fútbol de dos horas y con el sol de verano pegando en las costillas, era inevitable que, sudorosos y sedientos, nos acercásemos a la fuente para bebernos casi un río.

Son pocos los parques en los que sobrevive el modelo clásico. Pila de color verde, con forma de botella de Coca-cola y coronada por una forma pirámide circular. En algunas había que ser un chico fuerte para apretar el botón y que el agua saltase como si le hubiese pillado de sorpresa. El truco consistía en saber dejar apretado el botón mientras te abocicabas en busca del torrente. Si el botón era demasiado duro, la mano cedía y entonces te las tenías que buscar para apagar la sed con pequeños chorritos.