jueves, 26 de febrero de 2015

Harlem Globetrotters


La NBA llegó a nuestros hogares mediados los años ochenta y gracias a el programa "Cerca de las estrellas" presentado por Ramón Trecet. Gracias a él, los niños pudimos crecer disfrutando cada mes de junio con los duelos entre Magic Johnson y Larry Bird, asistimos al nacimiento de Michael Jordan como estrella mundial y disfrutamos de jugadores legendarios como Charles Barkley, Patrick Ewing o Hakem Olajuwon.

Aprovechando la ola de éxito y fascinación que los jugadores de la NBA habían producido a los chicos de nuestra generación, los ayuntamientos y clubes deportivos comenzaron a contratar a los Harlem Globetrotters con el fin de que dieran exhibiciones por distintos puntos de España. Como aquel equipo de malabaristas representaban una refrescante novedad, a menudo, sus shows era televisados en directo y aquel grupo de hombres eran capaces de dejarnos pegados al televisor con la boca abierta.

Los Globetrotters era ya un equipo antiguo, pero nuestro país vivió demasiado tiempo receloso del baloncesto. Aquí, durante muchos años existieron el Real Madrid, el abismo y después el Joventud de Badalona y un poquito el Estudiantes. El resto no era nada hasta que el Barcelona decidió que era hora de tomárselo en serio y presentó un equipo que hoy sigue siendo una leyenda.

Pero volvamos a los Globetrotters. España vivía el boom del baloncesto alimentado por la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles y el descubrimiento de las estrellas americanas, y en mitad de aquella fascinación por el deporte llegaron a España unos tipos que manejaban la pelota como malabaristas que daban saltos, tiraba de espaldas, se pasaban el balón por debajo de las piernas y daban pases de espalda. A los niños de entonces nos gustaron más que nadie e incluso fantaseábamos sobre su posible papel en la NBA cuando lo más posible es que hubiesen sido machacados por cada uno de los equipos de la liga. Aún así, y desde que les vimos por vez primera, no hubo un niño que, por entonces, no tuviese un balón tricolor de baloncesto en el armario de su habitación.

Udo Lattek


Udo Lattek fue uno de los mejores entrenadores de la historia del fútbol alemán. De su mano nació el primer gran Bayern Munich y, cuando abandonó el club bávaro después de conquistar su primera copa de Europa, se hizo cargo del Borussia Moenchedgladbach, al que convirtió en uno de los mejores equipos del continente.

Pero nosotros conocimos a Udo Lattek cuando se convirtió en el excéntrico entrenador del Fútbol Club Barcelona de Schuster y Maradona. Durante aquel tiempo nos pareció un viejo loco con ganas de llamar la atención. No se vio por aquí al genio de los banquillos que encumbró los mejores equipos de la historia de alemania. Maradona terminó hartándose de su disciplina y Schuster jamás encontró el lugar adecuado desde el que brillar. Para más inri, el equipo sufrió el secuestro de Quini y se desmoronó cuando iba primero en la tabla. Eran años en los que el Barcelona parecía sufrir la peor de las maldiciones y así lo creían sus propios seguidores.

Con todo, Lattek logró ampliar su palmarés con una Copa y una Recopa, pero nunca consiguió ahondar en los corazones culés. Eran tiempos convulsos, los de la especulación centralista constante y la fatalidad arraigada en el sistema nervioso. Todo aquello lo cambió Cruyff, pero esa fue otra historia.

miércoles, 25 de febrero de 2015

Margaret Thatcher




Cuando somos pequeños, todos necesitamos poner un villano en nuestras vidas para amenizar nuestros juegos imaginativos. Para aquellas ensoñaciones donde aparecían brujas, magos y superhéroes, ver en la tele a esa mujer mayor que tenía a medio país en huelga era la transcripción perfecta a todas nuestras imaginaciones.

Margaret Tatcher era una villana perfecta. Acostumbrados como estábamos a ver por la televisión a la super abuela británica que daba nombre a la serie, la primera ministra del Reino Unido, significaba una antítesis absoluta. La apodaron "la dama de hierro" y a nosotros aquel "Iron Maiden" nos sonaba a rock duro y a decisiones drásticas. Tan drásticas que no tardó en dividir europa entre neoliberales y progresistas.

Se puede decir que ha habido un antes y un después de la entrada de Margareth Tatcher en la élite política europea. Junto al republicano Ronald Reagan estableció una línea de actuación que fue considerada como un auténtico eje del mal para la clase trabajadora. Privatizaciones, presión social, recortes... y todo con el fin de despreseurizar el estado del bienestar. Toda una dama de hierro.

martes, 24 de febrero de 2015

El botones Sacarino



Siempre fui muy fan de los comics de Francisco Ibáñez. Mortadelo y Filemón aderezó mi infancia y agudizó mi sentido del humor. El día que descubrí a El Botones Sacarino, encontró una tira de humor fresco, casi absurdo pero muy muy ingenioso. En sus tebeos, nos contaba la historia de un botones histriónico y despistado que terminaba por colmar los nervios de sus superiores. Una gran iniciación en el humor para niños con muchas ganas de reír.

lunes, 16 de febrero de 2015

Norte y Sur

A mediados de los ochenta llegó a las pantallas una serie norteamericana que nos hizo sentarnos con pasión ante la tele cada noche del jueves. Se trataba de la historia de dos hombres, uno procedente del norte de los Estados Unidos y el otro del sur que, coinciden en la academia de soldados de West Point y terminan siendo amigos inseparables. Dicha amistad se pone totalmente a prueba en el momento en el que el Norte y el Sur entran en guerra por la solicitud de secesión de los estados del Sur.

Las aventuras de aquellos dos amigos, a menudo peleando en extremos opuestos del país, sus vicisitudes personales y el regreso al sus lugares de origen, construyeron una trama que, por apasionante, convirtió la serie en una de nuestras preferidas de siempre. Aún hoy, no podemos evitar emocionarnos al escuchar las notas de la música de cabecera.

De aquella serie salió el que sería, durante los siguientes años, el ídolo adolescente y carne de carpeta para todas las chicas del país. Patrick Swayze, que interpretaría a Orry Maine y que, de allí, pasaría a ser protagonista de las dos más mediáticas películas románticas de la década de los ochenta, Pretty Woman, aparte, Dirty Dancing y Ghost.



jueves, 5 de febrero de 2015

Cómo llenar un vaso de agua


El humor se ha transformado demasiado desde aquellos primeros años de nuestra infancia. Hoy, casi todo se reduce a brillantes monólogos y sarcásticas historias de la vida común. Por aquel entonces, lo más normal era ver a hombres contando chistes o algún dúo versionando algún éxito. Entre aquella pléyade de cómicos se colaron dos veteranos actores que vinieron a hacer lo que se conocería como "humor inteligente". Aquello no era más que intentar dar una vuelta de tuerca al absurdo y conseguir que cuanta más absurda fuese la puesta en escena más hilarante fuese el espectáculo.

Entre los gags ofrecidos por los veteranos Tip y Coll, destacó aquel que nos hacían ver como debía ejecutarse, de manera correcta, una acción tan aparentemente sencilla como la de llenar un vaso de agua. Mientras uno de ellos, Coll, sujetaba una jarra con agua y un vaso vacío, iba dando indicaciones de cómo no debía llevarse a cabo el procedimiento y cómo sí debía hacerse. Al mismo tiempo, Tip, lo iba traduciendo todo a un supuesto idioma francés.

Y eso era todo. Con algo tan simple, esta pareja de cómicos hizo reir a todo un país durante años puesto que, cada vez que aparecían en público volvía a repetir el sketch sin que ello supusiese un detrimento en su calificación.