miércoles, 27 de enero de 2016

Air Jordan

A finales de los años setenta, la NBA era una competición donde jugaban unos cuantos jugadores con mucha clase pero cuyo fin, antes de la competición, era la gloria personal. Equipos desestructurados, una liga mal organizada y el cada vez, menor interés de un público que abarrotaba estadios de otros deportes, fueron factores casi decisivos para que la que hoy es la liga más glamourosa del mundo, estuviese a punto de pasar a la historia por una liquidación por cierre.

Entonces aparecieron dos tipos dispuestos a prolongar su rivalidad desde la universidad hasta las canchas profesionales. America los recibió como el duelo definitivo entre el chico negro atlético y divertido y el chico blanco serio y estricto. Magic Johnson y Larry Bird, o en la extensión de sus equipos, Los Ángeles Lakers y Boston Celtics, se enfrentaron en tres finales de la NBA durante la década de los ochenta y millones de espectadores nos encontramos, atónitos, ante una nueva manera de concebir el baloncesto y, por ende, el deporte.

Entre tanto ruido mediático apareció la figura de un chico negro espigado, fibroso y siempre con una sonrisa en la boca. Aquella aparición significó el cambio definitivo de generación. La empresa deportiva Nike, por entonces en horas bajas, se lo jugó todo al número veintitrés y firmó un contrato millonario con el joven jugador. Algunos pensaron que era una locura pagarle ese dinero a un chico recién aterrizado en la liga, pero el tiempo terminó por darles la razón y unos grandes beneficios.

En el concurso de mates celebrado en Chicago en febrero de 1988, Michael Jordan, el joven y espectacular nuevo chico de Nike, asombró al mundo con un salto a canasta desde la línea de personal. La ejecución fue tan perfecta que aquella silueta en el aire quedó como imagen corporativa de un modelo de zapatillas que dio la vuelta al mundo. Nike lanzó las Air Jordan y las vendió en tal cantidad que hubo que atender listas de espera. Había nacido un mito y con él había renacido una marca que un lustro atrás estaba casi en el bancarrota.