lunes, 28 de abril de 2014

Encanna







Si existió un momento clave en la historia de Martes y 13, este fue el de la Nochevieja de 1985. Hasta entonces había sido, primero un trío y un dúo, después, con su correspondiente cuota de gracia. Lo suyo eran las imitaciones y las parodias llevadas al absurdo. Entre ellos, Josema ponía el toque de humor más racional y Millán era todo esperpento. Un par de genios que vinieron a ganarse al mundo el día que, según ellos, improvisaron uno de los diálogos más descollantes de la historia de nuestra televisión.

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